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CRÓNICA DE MOSMA 2018 (IV): BEAL, BECK Y RUSSO

18/07/2018 | Por: Conrado Xalabarder
CRONICAS

Crónica de Mario Pons Sansegundo

  1. Capítulo 1: Marco Frisina
  2. Capítulo 2: John Powell
  3. Capítulo 3: Taro Iwashiro
  4. Capítulo 4: Beal, Beck y Russo
  5. Capítulo 5: Fin de fiesta

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  • Día 4: Encuentros de Taro Iwashiro y Jeff Beal, Rodrigo Cortés, concierto "Lo Mejor de la Música de TV Vol 2" y Oblique & Carlos Bayona A Song for...Live!

El encuentro de Taro Iwashiro fue traducido por Kayoko Morimoto. Se habló sobre su trabajo en Chi Bi (08) y cómo fue el proceso con John Woo. Además explicó que se sintió en la obligación de resaltar su cultura japonesa, en trabajos internacionales, para poder homenajear a su país. Comentó que para él siempre había dos clímaxs en todas las películas que hacía y que siempre intentaba musicalizar y narrar esos puntos de la mejor manera.

El encuentro de Jeff Beal fue ameno por su generosidad, amabilidad y personalidad extravagante ante el público. Habló de sus comienzos como trompetista, de su entrada a través del mundo de la TV gracias a su rapidez como compositor y de la suerete de ser recomendado por Mark Isham para Pollock (00). Admitió que improvisa mucho y que admira a Marc Shaiman. Sobre sus proyectos, habló largo y tendido sobre Appaloosa (08), House of Cards (13), The Newsroom (12), en la que intentó incluir la trompeta como instrumento principal pero se le negó por la similitud con House of Cards, y sobre Monk (02) y de cómo sustituyeron a Randy Newman por él mismo.

A media tarde, el director Rodrigo Cortés habló sobre cómo aplicar la música en una película y cómo narrar a través de ella cosas que con el guión no se pueden explicar. Fue una conversación interesante y amena, aunque muchas de las ideas se repetirían en el encuentro del día siguiente con Víctor Reyes.

La segunda parte del concierto para Música de TV fue exitoso, si bien no llegó a alcanzar el aforo completo (el publico ocupó más de la mitad del Teatro Cervantes, probablemente llegando a las 700) El director de orquesta Óscar Senén, junto a la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga y el Coro y Orquesta del Cabildo Catedral de Cordoba, empezó la actuación con una Suite para lo mejor de la Animación en TV, transcrita y orquestada por él mismo, dando un repaso a las series de animación que influenciaron la mayoria de nuestros gustos durante la infancia. Entre las piezas, los logos de Looney Tunes, los temas principales de Thundercats, Dungeons & Dragons, Mazinger Z... una suite muy elaborada, con momentos estelares como el de He-Man, donde el viento sonó de manera magistral, aunque también con alguna pieza un poco desacompasada como por ejemplo Dragon Ball. De todas maneras, fue un impresionante comienzo que animó al público y que hizo que algunos asistentes incluso bailaran en sus asientos al ritmo de las melodías de muchas de las piezas que se presentaron.

Más adelante, Christophe Beck se alzó con la batuta (realizando la broma más graciosa del festival, con un homenaje al videojuego Gálaga y un juego de palabras con la ciudad, para incluir en el repertorio del concierto dos temas, muy dramáticos y realmente tristes, de dos capítulos distintos de Buffy the Vampire Slayer (97), que sonaron de manera perfecta. Jeff Russo, uno de los invitados que más contacto tuvo con los aficionados fuera de las actividades del festival, inició su compendio de obras con suites de tres de sus series de más éxito: Fargo (14) cuyo tema principal sonó genial, la marvelita Legion (17) y una suite de Star Trek Discovery brutal, dejando al espectador sumergirse por la nostalgia mientras sonaba el tema de la serie original de Star Trek, de los años 60 y el tema de la Enterprise. Ovación multitudinaria para el compositor, que se mostró emocionado y agradecido y que confesó que este era uno los puntos más álgidos de su carrera, pues jamás se habían interpretado sus obras con una orquesta en vivo.

Tras el descanso, una suite de The Night Manager (16), obra ganadora de un Emmy para Víctor Reyes, y más adelante, el bloque magnífico de Jeff Beal, uno de los invitados más amables y extrovertidos del festival, ofreció un compendio de obras de TV y también de cine, que por no poder incluirse en el concierto del día siguiente, debido a la ya extensa duración del concierto de clausura, se decidió poner en este concierto. Nada molesto y además con en un bloque que duró apenas 15-20 minutos ya que solo se incluyeron piezas cortas, los temas principales, de Appaloosa, Pollock, Boston (17) y una nueva pieza para su próxima película, Bigger, que sonó de maravilla y que según el propio compositor era su humilde homenaje a Rocky (76) Para el bloque de TV se tuvo en cuenta la gran decisión de poner sus mayores éxitos, muchos de ellos sin haberse presentado jamás para orquesta en vivo: se escuchó Rome (05), Carnivale (03) una maravillosa The Long Road Home (17) y una perfecta, épica y grandilocuente suite de House of Cards, con una maravillosa Joan Beal, esposa y según el compositor la mejor mitad él, que actuó como soprano y además teatralizó un paseo lento y poderoso por el escenario durante el concierto, al ritmo de la música, haciéndose pasar por la mujer de Frank Underwood en la mítica serie. Perfección. Al finalizar el concierto, Beal recogió el galardón del festival y dio un sentido discurso emotivo y muy agradable por y para la ciudad de Málaga, esperando volver a encontrarse con este festival y aclamando y dejando claro que él no tuvo nada que ver con la elección de Donald Trump como Presidente. Afortunadamente, este evento sí hizo justicia a los dos compositores Jeff Beal y Jeff Russo, algo que la primera parte no consiguió del todo.

Este concierto fue una experiencia asombrosa y fue un éxito que, por desgracia, supuso el fracaso de la siguiente actividad de MOSMA: el concierto de Oblique & Carlos Bayona a Song for... Live!. El concierto terminó unos 40 minutos más tarde de lo previsto, finalizando diez minutos después de la hora de inicio de la actuación del hermano del famosísimo director Juan Antonio Bayona. A esto se le tenía que sumar el desplazamiento al Teatro Echegaray, que llevaba de unos 5-10 minutos y también la necesidad, por parte de muchísima gente, de cenar o beber algo antes de adentrarse en tal actividad. Éste fue otro de los pocos errores que tuvo el festival, que provocó el fracaso total en número de público, de la actividad de Bayona. Para rematar, la música del concierto no era del agrado de todos y aunque Bayona y sus dos compañeros de concierto pusieron muchísimo empeño e hicieron un loable esfuerzo por sacar adelante la actuación, el público no ayudaba mucho a elevar el ambiente de fiesta hasta justo el final del concierto, donde todo ya comenzaba a animarse un poco. Ésta fue la actividad fallida del festival.

(continuará)

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