Secuela de Alice in Wonderland (10), en la que Alicia regresar al fantástico mundo de Infratierra, donde con sus amigos intentará ayudar al Sombrerero Loco, que está en problemas.
En esta segunda entrega el compositor saca máximo provecho del tema principal del anterior filme y recurre a él de modo casi constante, con abundantes variaciones y algunas transformaciones, tan frecuentemente que deliberadamente se cierra y bloquea la posibilidad de abrir nuevos frentes musicales, acotando también el empleo de otros de los temas pre-existentes. Aquí, a diferencia de allá, Alicia es musicalmente la absoluta protagonista pero no es esta una banda sonora que estructure una narración y aparenta más haber sido hecha para cumplimentar con lo pedido en una película que por otra parte es impostada y con muy poca magia. De hecho, en buena parte, parece más un trabajo a cargo de orquestadores y asistentes que de un compositor comprometido con darle cierta entereza y entidad al conjunto, algo que se aprecia poco en una obra que finalmente es funcional y apática.