Un niño recibe como premio visitar una inmensa fábrica de chocolate, dirigida por un excéntrico hombre.
El compositor se expande en una creación en la que aplica la música gótica, excesiva y bufonesca típica en su obra para el cine fantástico, junto a momentos dramáticos y exóticos (con referencias a la música india), así como temas de suspense. Incluye una divertida canción y hay diversidad temaria, aunque nada en esta banda sonora suena a algo que sea mínimamente original