Un veterano y peligroso ex agente de la CIA disfruta de vacaciones y lleva una vida tranquila en Suiza. Pero de repente se le reclama para una última misión: proteger a una testigo clave para la Agencia.
El compositor desarrolla su creación en tres frentes: música para la acción, melodías dramáticos y temas ambientales. Donde más brillante se muestra es en la primera, con enérgica música, poderosa y adrenalítica, que impulsa con creces el frenesí del filme. Tanto los temas dramáticos como las melodías ambientales son más convencionales: las primeras pincelando un tono moderadamente desolador y las segundas generando un entorno críptico y denso. Como resultado, una obra interesante pero desequilibrada.