El mito del sanguinario conde Drácula traspasado al mundo contemporáneo, a inicios del siglo XXI.
Partitura de ritmos contemporáneos y electrónicos, en la que se hace servir una voz femenina para la recreación de un entorno atmosférico opresivo y violento, en el que el órgano le da al conjunto una solemnidad algo artificiosa.