Una niña tiene un caballo de carreras y, con el apoyo de su padre y de un hombre en declive, participarán en una importante competición.
Creación hermosa y evocadora -si bien poco original- en la que el compositor aplica música sinfónica junto a notables solos de violín de Joshua Bell. La partitura gira en torno a un notable tema principal, muy reiterado, y con tono folk en el conjunto.