Séptima temporada de Game of Thrones (11).
De todas las temporadas de la serie hasta esta la séptima es la que tiene probablemente la banda sonora en términos generales más compleja, elaborada y completa de todas. Argumentalmente la historia versa sobre la preparación para el duelo final que ha de unir a todos los reinos de los vivos para combatir a los muertos; musicalmente, ese duelo ya tiene lugar, pues el tono global oscuro, dramático, pesimista y crepuscular funciona como permanente amenaza y advertencia, y extiende a todos los ámbitos el peligro que se avecina, casi siempre de modo sombrío, con poca luminosidad en las melodías. El tema principal es reiterado con transformaciones en numerosas ocasiones durante los capítulos, aunque fragmentadamente o como cita, no para que sea escuchado y evidencie su presencia sino para que entre en el inconsciente del espectador como permanente recuerdo de lo que está en juego... y cuando al final se lanza al primer plano de percepción de forma apocalíptica el efecto es demoledor e impactante.