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MAX PAYNE

INFORMACIÓN DISCOGRÁFICA
Compositores: Beltrami, Marco | Sanders, Buck
Sello: La-La Land
Duración: 44 minutos
INFORMACIÓN DE LA PELÍCULA
Título original: Max Payne
Director: John Moore
Nacionalidad: EE UU
Año: 2008
ARGUMENTO

Adaptación de un videojuego sobre un ex-policía de Nueva York que busca a los asesinos de su esposa y su bebé.

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6
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Total de votos: 5
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COMENTARIO MUNDOBSO

Partitura sustentada en rítimos temas de acción, épicos, y en un destacado empleo del piano. Es convencional, pero eficiente.

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Usuario: Mikel C.G Siw
Fecha de publicación: 26.04.2009
A pesar de no haber sido nunca un recatado aficionado a los videojuegos, aún recuerdo con ilusión cuando, allá por el 2001, actualicé la tarjeta grafica de mi PC para poder jugar a un juego que mis colegas clamaban por doquier. Se trataba de MAX PAYNE, lujosa creación sustentada en el famoso bullet-time que tanto se explotó tras el fenómeno MATRIX(1999) y que relataba una historia sobre la redención en la mejor tradición del cine negro. Sombría y descorazonadora, la trama de este particular antihéroe mezclaba con acierto los ingredientes propios del cine policíaco y nos deleitaba con brutales escenas de acción. Supongo, que al igual que yo, muchos pensamos desde ese momento que una película de Payne, bien trasladada y narrada, podría dar como resultado una excelente obra cinematográfica. Sin embargo, siempre quedará como lo que pudo ser…y no fue. Tras varios años con los derechos paseándose por Hollywood, el filme ha sido llevado a cabo finalmente por un anodino y mediocre realizador, acompañado por tres guionistas que debieron quedarse en sus casas. Esa sensación de desencanto se acrecienta hoy mucho más al recordar que nombres como Ridley Scott fueron barajados en un primer momento para realizar el proyecto. Así como los de John Travolta o Benicio Del Toro para encarnar al histórico personaje. Fui al cine, es cierto. Fui porque tenía que ir… ¡Era la peli de MAX PAYNE! No obstante, no puedo engañarme. El filme retrata de forma inverosímil las actuaciones de los protagonistas principales, y recurre constantemente a convencionalismos a una preocupante cadencia de “2 por 3”. Como admirador de la saga virtual, cuya exquisita segunda parte fue lanzada en 2003, puedo, quizá, ser algo indulgente con ella, otorgándola un seis pelado. Pero, para el resto, o incluso para mí como amante del cine empedernido, no creo que su valoración fuera en absoluto positiva. El filme es muy, muy flojo. Una oportunidad desaprovechada, en efecto, de la cual lo mejor que podemos decir es que su poster cinematográfico mola y que posee un diseño plástico ciertamente sugerente. Pero… ¿ Y Beltrami? ¡Madre de dios! Sí había algo que rondaba y rondaba por mi cabeza era cual sería el concepto musical que MAX PAYNE adquiriría en el Cine. Digamos, que era una banda sonora que aguardaba con genuino interés. (Algo así como el caso del magistral shooter BIOSHOCK, cuya adaptación será llevada al celuloide por Gore Verbsinsky, esperemos –aunque eso es casi seguro- con mejores resultados). Cuando leí que John Moore (sí, el mediocre ejecutor citado más arriba) era el director de MAX PAYNE, fue Marco Beltrami el nombre que inmediatamente me vino a la cabeza. No en vano, el compositor italiano viene trabajando con Moore desde su segunda película. Ahí empezó todo, o como diría Payne (el bueno y original, no la calcomanía embelesada del film): Esa fue la noche en la que comenzó el dolor. Beltrami nunca me ha hecho especial gracia, y no porque tenga nada en contra de su persona. Sencillamente, y para un servidor, sus bandas sonoras se definen por su grado de insustancialidad, atestadas de una constante ambientalidad, que resulta extremadamente insulsa y carente – en la mayoría de los casos- de ningún rasgo creativo. No obstante, con su notable trabajo para “El Tren De Las 3:10” cierto atisbo de esperanza se desataba en mi interior, recordándome una vez más que ésta es, indudablemente, la penúltima cosa que perdemos en la vida. (La última es el aliento, aunque esto nunca se diga). A partir de aquí, y tras visitar las salas de cine al poco de estrenarse la ¿película?, sólo podría hablaros de una penetrante desilusión. Beltrami me ha defraudado, esta vez – y creo que se ha entendido el por qué- más que ninguna otra. Qué duda cabe, y seguro que quienes hayan jugado con MAX PAYNE estarán de acuerdo conmigo, en que la partitura del videojuego supera infinitamente a la repugnante y estéril creación de Beltrami. ¿Dónde está el tema de Max? ¿Dónde está el tema de la muerte? ¿Dónde está el dolor? (…) Aquí no, desde luego… Lo dicho amigos, una pena. Otra vez será. S.i.W
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