Basada en hechos reales sobre la acusación y juicio a un barón por haber provocar el coma de su millonaria esposa por una sobredosis de insulina.
Partitura dramática a la que el compositor añade un moderado tono elegante, aristocrático, pero no tanto para definir el personaje como para realzar su indiferencia y poder de control. En lo que resta, es pausada y contenida.