Usuario: (manu) Manuel Monteagudo Lopez
Fecha de publicación: 14.02.2018
Maravillosa composición de Carter Burwell, en mi opinión de un servidor uno de los mejores trabajos que nos regaló el 2017 (aunque la película se estrenó en España en 2018). No solo porque se trata de uno de los factores principales (por no decir el principal) de la película (bastante discreta, todo hay que decirlo, y mas de su director Todd Haynes), sino por el uso que hace de ella y cómo la utiliza para intentar insuflar de emoción a las imágenes (que en muchos momentos, carecen de la misma).
Es ahí donde su director diferencia la partitura, para marcar las dos épocas en las que acontecen, siendo los 70 el uso de una acertadísima selección de canciones (y que usa como motivo principal, entre ellas el Space Oddity de Bowie o el usar música de Brian Eno...y usándolo como recurso dramático y narrativo, no al azar), y los años 20 con la composición de un inspirado Burwell que es un protagonista mas en esta historia muda. La mezcla de ambas puede resultar dispersa...pero no lo termina siendo por lo bien usadas que están en sus respectivos registros y por lo bien que se envuelven dentro del relato, y sobre todo, que dramáticamente funcionan de maravilla, uniendo ambos estilo en su tercio final de forma inteligente y sobre todo, elegante.
Es cierto que de escucha aislada puede resultar algo monótona, pero en su comunión con las imágenes cobra una fuerza tal que es el mayor motor de emociones del film, cobrando una importancia vital con el desarrollo del relato, y sin ella, el film quedaría, desde luego, muy cojo. Gracias al uso (esplendido) de la banda sonora y del uso de sus canciones, se consigue una mezcla que puede resultar algo extraña, pero una vez visto el film, cobra el mayor de los sentidos, y sobre todo, dotando de emoción a unas imágenes, que de verdad, no serían nada sin este acompañamiento. Lo dicho, seguramente esté entre lo mas destacado del año. Chapeau