Lady Rachel seguramente no posee la brillantez ni la sofisticación de un Williams o un Goldsmith, pero es una compositora auténtica que escribe una música preciosa, siempre aportando compromiso y trascendencia a las situaciones. Esta peli es una absoluta maravilla; un inspirador relato de idas y retornos, una hermosa reflexión sobre la vida misma y el valor de hacer lo correcto. Pocos films son tan profundos, tan rematadamente sublimes. Joya perpetua, sin duda; y en donde Lady Rachel obtiene una de sus bandas sonoras más radiantes. No imagino corazón capaz de resistir la experiencia…