Una madre y sus dos hijos viven en una cabaña en el bosque bajo el influjo de un espíritu maligno. Necesitan estar conectados en todo momento, aferrándose los unos a los otros, llegando incluso a atarse con cuerdas. Pero, cuando uno de los niños se pregunta si el mal es real, los lazos que los unen se rompen, desencadenando una aterradora lucha por la supervivencia.
En su quinto trabajo el director, el compositor recurre nuevamente a músicas hechas con electrónica e instrumentos reales -son destacables los de viento- para recrear un entorno perturbador y obsesivo en el que se fusiona lo turbio y misterioso con lo dramático y desolador. Es sofisticada y se destaca en particular por lo que aporta a lo desgarrador y lo claustrofóbico, a pesar de que también hay lugares comunes.