Al salir de prisión, un hombre intenta rehacer su vida, pero se ve involucrado en una mafia de la construcción, que será una nueva cárcel para él.
Partitura que supone un giro importante en el estilo habitual del compositor, más habituado a músicas experimentales y densas. Esta obra de elegantes melodías goza de la influencia romántica de finales del XIX y ayuda a definir una atmósfera que cabalga entre lo lúgubre y una pasión contenida, pero sin provocar grandes alteraciones. Se basa en cuatro motivos musicales, uno de los cuales es un arreglo de «Los Planetas» de Holst y los demás originales, y trabaja fusionándolos entre sí, con perfecta coherencia, de tal forma que es difícil establecer las fronteras entre lo elegíaco y el adagio.
En su aplicación, además, evidencia la fragilidad, las dudas y el pesar del protagonista en su afán de libertad.