Acongojante película e hipnotizante banda sonora. 

En un film en que los diálogos no son precisamente el principal recurso narrativo, la musica y la cámara son los elementos que se encargan de ello.

Aquí no se trata de que bien esta el album comercial (o no), se trata de como la música te mete en la película. 
Como te genera tensión, terror, tristeza, angustia, desolación, alivio.
Y de como al final de todo, la música te ha echo parte de la película. 

La música no solo es efectiva o efectista, que lo es. Es imprescindible para valorar y disfrutar de esta maravilla llamada, SICARIO. 
Película imprescindible del ya pasado 2015.

“Sicario” es otra notable película que testifica que este director canadiense no sólo es uno de los mejores directores en el panorama cinematográfico actual sino que es una de las mayores promesas. Al igual que en “Prinsioneros” nos volvemos a encontrar con una cinta seria que nos atrapa desde el primer minuto y no nos suelta hasta el último, con una atmósfera desoladora impecablemente filmada y una tensión brutal (hay tres o cuatro escenas que son impresionantes, a ver si muchos directores toman nota y aprenden). Todo ello gracias también a una excepcional fotografía (le tienen que dar el Oscar) y a unos actores más que notables. La música de Jóhann Jóhannsson es más que correcta, ya que es uno de los elementos más fundamentales para mantener al espectador en ese estado de tensión. Es cierto que es una banda sonora muy simple y no aporta casi nada narrativamente pero, aún centrándose sólo en los aspectos atmosféricos, creo que resulta de enorme utilidad al filme, ya que atrapa al espectador. Tampoco me parece una banda sonora de género convencional, ya que por momentos la música genera incluso terror en el espectador, todo ello con unos temas que resultan bastante similares entre sí pero que en la película están estratégicamente situados y no se abusa de ellos, destacando esos sonidos graves de los instrumentos de cuerda y unas percusiones electrónicas que causan bastante incomodidad (de modo que compartimos el miedo y la tensión de la protagonista). Quizá donde la banda sonora flojea un poco más es en la parte dramática, que resulta un poco obvia cuando podría haber perfilado bastante mejor a unos personajes tan interesantes y con puntos de vista tan distintos, especialmente el de Benicio Del Toro. Aún así me parece una buena banda sonora ya que Jóhannsson construye una de las mejores atmósferas hostiles que se han visto últimamente (me parece bastante más efectiva que por ejemplo la de “Mad Max: Fury Road”). Y la película es totalmente recomendable, de lo mejor que he visto este año en el cine. Menos mal que todavía quedan unos pocos en Hollywood que con su buen hacer te realizan una buena película y además te hacen sacar tus propias conclusiones sobre el tema que se aborda (lo mismo sucede en "Prisioneros", de nuevo tratando la delgada línea que separa el bien del mal y si el fin justifica los medios, entre otras muchas lecturas), todo esto partiendo de que es un tema que ya se ha llevado anteriormente al cine. Una gran aportación desde luego.

Aunque el contenido creativo es agradable y su uso en la película es coherente, me dejó una sensación de pobreza y de falta de recursos. La sensación de angustia y zozobra que genera el uso del violonchelo es muy bien logrado y debe ser resaltado.