Fantasía gótica con el relato mítico del jinete sin cabeza que aterroriza a un pueblo matando a sus gentes, hasta que llega al lugar un joven y extravagante policía dispuesto a resolver el enigma.
El compositor firma una partitura que deambula entre lo romántico y lo sombrío, que sobresale por su carácter gótico y tonalidad expresamente decadente, lo que guarda cierto parecido estilístico con los filmes de terror de la Hammer. Es en este sentido donde el compositor alcanza un nivel artístico de primera magnitud, con una extraordinaria y sofisticada creación realzada por turbadores coros y voces. Su tema principal es magnífico y su solidez estructural excelente.