La vigorosa narración y dinámica del filme dejan poca maniobra para que la música pueda ir más allá de ambientar o puntualizar las secuencias y los acontecimientos según se suceden, que son acelerados. El compositor desarrolla su creación en tres frentes: el de músicas para la tensión, otras para lo dramático -muy deslabazadas- y finalmente un tema principal solemne, mezcolanza casi operística de barroco y vals, sobre el que se estructura el conjunto de la banda sonora y que da trascendencia, y cierto punto de teatralidad, al personaje del anciano multimillonario.