Biopic sobre el Príncipe Seretse Khama de Botswana, que al contraer matrimonio en 1948 con una mujer blanca británica, originó un conflicto internacional, ya que el apartheid sudafricano no permitía los matrimonios interraciales.
Esta es otra de las bandas sonoras que revitalizan al Patrick Doyle más apreciado, el las músicas profundamente emotivas, pero también al compositor que es narrador y que se convierte así en cineasta. En este caso, el tema principal es una melodía romántica pura, cristalina, sencilla y directa, que se desarrolla en un entorno de músicas dramáticas y de otras para el contexto hostil, que obviamente la enturbian y perturban, llegando a transformar su significado de amor al de angustia por la imposibilidad y complicación de ese amor, para finalmente recuperar de nuevo su sentido inicial, más abierto y liberado. El compositor habla a través de las músicas de fragilidad pero también de fortaleza y determinación, de incomprensión e intolerancia a la vez que de aceptación y generosidad, en un discurso musical -algo confuso, eso sí- donde abarca los hechos del relato.