La VI edición del Festival Movie Score Malaga (MOSMA) tuvo lugar del 9 al 12 de septiembre, con cuatro conciertos. MundoBSO estuvo en tres de ellos, de los que publicaremos sus crónicas, las dos primeras por Rafael Álvarez Martínez y la tercera con firma de Sergio Hardasmal.

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HISTORIAS DE MUJERES

Crónica de Rafael Álvarez Martínez

Llego a Málaga con retraso desde Alicante después de sortear la autopista y un Sol de justicia al puro estilo de las películas del Oeste. Sólo habría faltado la música del inmortal Ennio Morricone para ser más auténtico. El concierto comienza a las 20 horas, y quizás por tratarse de un viernes o por la situación pandémica actual, la afluencia de público apenas completa la mitad el aforo.

Aparte de esta cuestión mundana llego con muchas ganas de disfrutar de la buena música que ofrecerá un programa formado íntegramente por piezas de películas dedicadas a las mujeres y en el que hay dos féminas entre las compositoras. Completan el cartel dos piezas de dos compositores, al más puro estilo de la paridad de géneros. Muy bien por la organización, en este sentido, dando visibilidad a dos compositoras que luchan por hacerse un hueco en un gremio acaparado por los hombres, demostrando que tienen grandes cosas que contar y festivales como MOSMA ayudan a cambiar.

El lugar es espectacular: la Sala Unicaja de Conciertos María Cristina, que formaba parte del antiguo Real Conservatorio María Cristina que se construyó en el año 1871 sobre los restos de un monasterio franciscano del Siglo XV. El edificio está decorado en su interior por frescos en las paredes y techos. Esto nos sumerge en una atmósfera tan especial que parece que aún resuenan las notas de pretéritos conciertos. Todo un acierto para celebrar el programa de esta noche.

En cuanto a los intérpretes contamos con una agrupación camerística formada por cuatro violines, dos violas, un violonchelo, un contrabajo y un arpa que provienen de la Movie Score Málaga Assemblé Orchestra bajo la batuta de la directora Doña Isabel Rubio. La interpretación de la orquesta estuvo a la altura de lo que merecía la ocasión, ya que su empaste, afinación, dinámicas y coloración tímbrica fueron brillantes. En ocasiones, de haber cerrado los ojos, me habría imaginado una formación más numerosa. Por otro lado, la dirección fue magistral, sin grandes ni innecesarios aspavientos, al más puro estilo del gran Wilhelm Furtwängler (1886-1954), sabiendo demandar al conjunto la expresividad requerida con un gesto directo que no distrae de lo verdaderamente importante que no es otra cosa sino la MÚSICA.

En el programa aparecen cuatro obras: Promising Young Woman (20), de Anthony Willis, Para Sama (19), de Nainita Desai, The Queen’s Gambit (20) de Carlos Rafael Rivera, y Sangre (20), de Paloma Peñarrubia. Todas ellas inundan la sala con la sonoridad de la orquesta camerística de tal forma que podemos comprobar la gran labor en la orquestación de cada uno de los compositores, que han sabido sacar el mayor partido a las posibilidades de la agrupación, aunque a mi entender el conjunto es demasiado exiguo y limita demasiado el trabajo de los compositores, que en esta ocasión solventan muy bien la papeleta de disponer de un conjunto con tan pocos instrumentos. No incluir nada de viento en la agrupación limita la expresividad y en algunos momentos muy contados ha empobrecido la sonoridad.

Son muy destacables los arreglos para unificar la temática de la música original en cada obra desde la música original de cada película dotándoles a las piezas interpretadas una dinámica fluida y que, en ningún momento, dejan descontento al que está escuchando ya que el empaque de la música es magistral. Destaco en especial, sin desmerecer al resto para nada, la sonoridad que obtiene Anthony Willis con la cuerda que engrandece el noble arte de la composición y dignifica al gremio. Su armonías bailan por encima de mi cabeza y llenan la sala. No es de extrañar que estos compositores estén hoy presentes ya que su música refleja una gran madurez artística y saber hacer.

Quedo muy satisfecho por lo escuchado ya que, si bien podríamos pensar que realizar una suite con música extraída de una banda sonora es algo artificial y está abocado al fracaso sin la película, en esta ocasión no ha sido así. Ha sido una noche perfecta y final feliz tras una travesía en el desierto de asfalto. Música que, casi como si de un bálsamo sanador se tratara, cambió mi estado de ánimo para bien.

Tras finalizar el concierto quedé con la compositora malagueña Paloma Peñarrubia para realizar una entrevista en el hall de la entrada con el escenario de la sala como telón de fondo. Paloma ha sido muy amable y contesta a las preguntas en un tono muy distendido demostrando que es una persona muy cercana y amable. Esta entrevista será publicada en breve en este mismo artículo.