Crónica de Sara Villegas.

La noche del viernes en FIMUCITÉ tuvo como protagonista, en un Auditorio de Tenerife casi lleno, un concierto que bajo la temática de Mis terrores favoritos, nos condujo por una selección de temas a mi juicio muy bien programada que representaba algunos de los títulos mas conocidos del género de terror donde Freddy Krueger y Jason ejercían de perfectos anfitriones dispuestos a degollar a la menor oportunidad. Pero previamente se hizo la entrega de los II Premios Musimagen a los galardonados, que resultaron ser: en la categoría de mejor música para serie de televisión Iván Martínez Lacamara y Manel Santisteban por Vis a Vis, y en la categoría de mejor música audiovisual electroacústica, Arnau Bataller por El Desentierro. Tras estos y después de citar a los nominados como mejor música orquestal, dejaron en suspenso el fallo para dar entrada a una suite orquestal dirigida por Diego Navarro con las tres cintas finalistas, resultando finalmente ser la ganadora la compositora Vanessa Garde por La gran aventura de los Lunnis y el libro mágico. Ninguno de los premiados se dirigió a la audiencia, y seguidamente se dio paso al inicio del concierto en si, cuya batuta sería a cargo del compositor y director de orquesta alemán Christian Schumann, que se encargaría de dirigir a la Orquesta Sinfónica de Tenerife, la Tenerife Film Choir y el Coro Polifónico de la Universidad de La Laguna.

Se inició la primera parte del concierto con una obertura que englobaba títulos tan significativos como Evil Dead II (87) de Joseph LoDuca, The Twilight Zone de Marius Constant, Halloween (78) de John Carpenter, The Exorcist (73) de Mike Olfield y Saw (04) de Charlie Clouser. Interesante propuesta inicial con títulos significativos que sin embargo denotó algo de falta de volumen, probablemente por algún tema técnico relacionado con la amplificación pero que en ningún caso distorsionaba el sentido de la obra. FIMUCITÉ se caracteriza por programar en sus conciertos numerosos estrenos mundiales y el primero de ellos vino con una suite orquestal de la música que Charles Bernstein hizo para A Nightmare on Elm Street (94) La primera sorpresa de la noche la dio Lalo Schifrin, quien mediante mensaje audiovisual dio paso a su magnifica composición para la película The Amityville Horror (79), interpretándose su tema principal.

Posteriormente nos acercamos a un clásico de los conciertos de música de cine: Psycho (60) de Bernard Herrmann, con una pequeña suite de sus temas mas representativos, incluido el de la ducha por supuesto, para dar paso a continuación a la siempre inquietante música de Krzysztof Komeda para Rosemary's Babyo (68) A estas alturas la orquesta ya había calentado lo suficiente para acometer el siguiente estreno mundial, una suite del Dracula (58) de James Bernard, que resultó absolutamente maravillosa y dejó predispuesto al público para disfrutar del final de la primera parte del concierto con otro estreno mundial, esta vez de uno de los grandes, Jerry Goldsmith y su impresionante partitura para Damien Omen II (78) ¡Qué gozada, Jerry por favor, VUELVE!!

Comienza la segunda parte con una suite, a modo casi testimonial, que incluía la música de Anton Garcia Abril para La noche de terror ciego (72) y otras dos cintas emblemáticas de Waldo de los Rios: La residencia (69) y la sorprendente ¿Quién puede matar a un niño? (76), un acercamiento al géenero de terror español que francamente podía haber sido mas algo más extenso pues esta última es absolutamente fabulosa. Pero he aquí que llegamos al momento mas vibrante y memorable de la noche: la interpretación y estreno mundial de una suite orquestal del la banda sonora de Drag Me To Hell (09) del inmenso Christopher Young. Su Concert to Hell quedará como uno de los momentos más vibrantes de la historia de FIMUCITÉ, con una ejecución perfecta a la dirección de Shumann, un Fernando Rodríguez Fragoso sublime como concertino y un coro y orquesta en estado de gracia que hizo que la audiencia, tras su finalización, estallase entusiasmada y absolutamente entregada a la figura de Young, que visiblemente emocionado agradecía al público tales muestra de cariño, estrechando la mano de los espectadores mas cercanos. Fue una ovación infinita que se vio además reforzada por la entrega del Premio Antón García Abril a su persona, que recogió de la mano de la concejala de cultura y que dio paso a unas palabras francamente emotivas y de agradecimiento, llegando a decir que el público español reconocía mas la música de cine que el propio público americano.

Después de ese subidón de emociones tocó seguir escuchando otra suite orquestal de Young para Hellraiser (87), tres temas de la música de Elliot Goldenthal para Interview with the Vampire (94) y otra suite orquestal de Danny Elfman para Sleepy Hollow (99) para llegar de nuevo al maestro Goldsmith y escuchar ensimismadamente la interpretación de la orquesta y coros del fascinante tema de Rebirth de Poltergeist (82). Siento ser reiterativa pero alguien tiene que resucitar de nuevo a Jerry. No obstante, las emociones no acabaron allí, quedaba el otro plato fuerte de la noche con el estreno mundial de la suite orquestal para la cinta Friday the 13th (80) con la presencia de Harry Manfredini y que logró que el público se volcara con el autor al finalizar la maravillosa interpretación de la pieza por parte de la orquesta. Naturalmente el maestro Manfredini fue ovacionado, con un público en pie, a lo que el correspondió con gestuales muestras de agradecimiento.

Una noche perfecta para disfrutar de buena música de cine con aficionados y los protagonistas in situ, que son el autentico valor añadido en este tipo de festivales que hace que la emoción suba enteros entre el público asistente. Finalmente y fuera de programa se interpretó la canción Ghostbusters de Ray Parker Jr, con una simpática escenificación de actores emulando a los protagonistas de la película de mismo título que buscaban fantasmas entre el público (y seguramente más de uno habría) Espectacular noche.