Nació en Los Ángeles (EE UU), el 8 de marzo de 1945. Compositor recordado especialmente por una espléndida década de los 80 y primera mitad de los 90 del Siglo XX, pero que acabó ingresando en el triste club de compositores olvidados de pasado dorado. Nació en Los Ángeles pero vivió parte de su vida en Honolulu. Allí se graduó en música en la Punahou School, y posteriormente en la Universidad del Sur de California. Durante los 70 se fue fogueando como compositor en diversas series de televisión, algunas famosas como Hawaii Five-O (68) o Dallas (78). Y con la llegada de los 80 se produjo su salto final al cine, en The Prodigal (83) y The Ice Pirates (84). De manera fulgurante, al año siguiente saltó a la fama gracias a Silverado (85), western de Lawrence Kasdan donde demostraba talento y buen gusto con una obra sinfónica deudora del sonido western más clásico y espectacularmente épico, con ecos de Elmer Bernstein. La partitura de esta película le otorgó su única nominación al Oscar de toda su carrera, y el lanzamiento a las grandes películas del momento.

Enlazaría a partir de aquí trabajos que le permitieron lucir su estilo sinfónico de la vieja escuela, con orquestaciones poderosas y amplia variedad temática, en toda clase de géneros. Junto a sus westerns, el compositor es principalmente recordado hoy por una obra muy querida entre los aficionados a la música de cine: Young Sherlock Holmes (1985), producción de Steven Spielberg que une fantasía, aventuras e intriga y donde creó una música arrolladora y poderosa, con melodías retentivas y un tema principal memorable para las aventuras de los jóvenes Holmes y Watson. Tras este espectacular año 85, continuó la década especializándose en cine familiar y en comedias, como Harry and the Hendersons (87) o Monster Squad (17), pero también con thrillers como The Presidio (88). Paralelamente, mantuvo una carrera prolífica en la televisión y la animación, y participó en numerosos episodios de "Amazing Stories".

Los 90 descubrirían a Broughton en plena forma, iniciando la década con una estupenda composición para toda una película Disney como fue The Rescuers Down Under (90), y con sus composiciones para el género cómico, como Stay Tuned (1992) o Honey, I Blew Up the Kid (92). En 1993 dejó otra muesca memorable en su carrera con Tombstone, western sobre la leyenda de Wyatt Earp y el OK Corral. Por mucho que se prodigara en comedias, Broughton demostró que este género era su especialidad, componiendo una poderosa y enfática partitura con un tema magnífico y melodías variadas en lo épico, lo romántico y lo bucólico. Uno de los mejores trabajos de su carrera. Paradójicamente, fue quizá su última gran obra.

La década proseguía y el compositor se mantenía en primera fila con trabajos para producciones Disney, y películas como Miracle on 34th Street (94) o Shadow Conspiracy (97), pero poco a poco su presencia iba disminuyendo en la cartelera. Puede decirse que Lost in Space (98) fue su última obra de verdadera relevancia, antes de continuar una carrera ya más centrada en películas o telefilmes de baja calidad, o en secuelas y productos de Disney estrenados directamente vídeo como Bambi 2 (06) o Mickey, Donald, Goofy: The Three Musketeers (04).

Una pena que la carrera de un compositor de la calidad, el talento y el gusto de Bruce Broughton decayera de esa forma y desapareciera de los grandes estrenos y los directores de primera fila, cuando precisamente hoy el cine necesitaría a compositores de su talla. Por lo menos, no está retirado y en los últimos años ha resurgido un poco... y con polémica. Por un lado, con la producción televisiva Texas Rising (15), western (cómo no) en el que compuso una partitura, junto con John Debney, de gran altura y, como siempre, deudora del mejor sonido del género. Un trabajo delicioso. Y por otro lado, con la canción "Alone Yet Not Alone", compuesta para la película independiente del mismo nombre, que fue nominada al Oscar en un principio, pero cuya candidatura fue retirada debida a acusaciones de la Academia de "contactos y propuestas" de Broughton a miembros de la organización para lograr su voto gracias a su posición como ex-presidente de la misma Academia. Agria polémica en la que el propio compositor utilizó las redes sociales (participa activamente en Facebook) para explicar y condenar esa sanción.

Polémicas aparte, también ha dedicado tiempo a dar conferencias e incluso enseñar música y composición tanto en la Universidad del Sur de California como en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), aparte de haber sido, como hemos señalado, presidente de la Academia de las Artes Cinematográficas, de la Academia de la Televisión y de la Sociedad de Compositores y Músicos. De modo que no ha estado inactivo en absoluto, pero su retirada de las grandes películas de Hollywood a finales de los 90 dejó un hueco que es difícil de llenar, y hoy en día se recuerda a Bruce Broughton como un grande a pesar de no tener una carrera demasiado larga o exitosa.

(Isaac Duro)